EN BICICLETA HASTA VIGUERA

Otro día más hemos salido con manga larga, y la verdad es que en ningún momento nos ha sobrado. Nuestro destino era Viguera, y me he llevado una sorpresa al ver que en lugar de coger el camino que va por detrás de la Fansa, mi marido se ha dirigido hacia el Camino de la Mora, y justo en el punto en el que está este nogal, hemos cogido el camino de la derecha que va a Entrena. Mi pregunta ha sido ¿pero no vamos a Viguera? y él me ha dicho, si, pero por aquí haremos todo el trayecto por caminos, no cogeremos la carretera. Cosa que me ha parecido bien, ya que me dan mucho miedo, y le tengo mucho respeto el ir el circular por ellas.

Siguiendo el camino hemos llegado a Entrena, y, sin entrar en el pueblo nos hemos metido en el  camino asfaltado que hay enfrente de las cuadras en donde el pastor guarda sus ovejas y, bordeando el pueblo hemos llegado a un punto en el que se cruza la LR-137 la hemos cruzado y nos hemos dirigido al punto en donde se encuentra el Chozo o guardaviñas de los cazadores.

 Allí hemos cogido el camino de tierra que está a la derecha y que nos ha llevado a Sorzano, y si que es cierto que no hemos cogido ninguna carretera, tan solo para cruzar. Una vez en Sorzano nos hemos metido por una calle que está a la izquierda del horno o panadería de las Cien Doncellas.

Camino que nos ha llevado a Islallana

Y en el que hemos podido disfrutar de estas bonitas vistas de Nalda

Y de las famosas y muy conocidas Peñas

Este año no os he comentado nada de los conejos, pero tengo que deciros que hemos visto muchos, ¡qué graciosos, y cómo corren y cruzan los caminos! la pena es que no he podido fotografiar a ninguno, las fotos las voy haciendo durante el recorrido, muy poca veces paro. Las hago con una máquina pequeña, en marcha y pedaleando.

En Islallana hemos ido al punto en el que nace el río Antinguo, río que riega muchas de las huertas de esta zona y que desemboca en el Ebro en el municipio de Fuenmayor.

Islallana

Desde allí nos hemos dirigido a Viguera por el camino romano. Un recorrido muy bonito, y mucho más fácil de lo que yo esperaba.

Una vez allí hemos disfrutamos de nuestro rico y jugoso bocata. el mío ha sido de lomo, queso y beicon, y tengo que reconocer que no me lo he podido acabar. ¡Era tremendo!

Después de descansar un rato, hemos hecho el camino de vuelta, que ha sido mucho mejor, ya que era de bajada hasta Nalda.

Peñas vistas desde el Camino Romano

Río Antinguo

Desde allí tenía estas vistas de Albelda

Árbol de las Cuatro Guías 

Y, siempre al lado del río Antinguo y, después de 41`50 Km. hemos llegado a casa.