Le dijimos adiós a Ribalmaguillo, y nos dirigimos a La MonjÍa, nuestro siguiente destino. De este pueblo poco os puedo contar ya que sus vecinas, aunque muy curiosas, eran muy poco habladoras
Todas ellas se encontraban en Misa, y al escuchar el sonido de nuestro coche, inmediatamente salieron para ver quién había ido a romper el silencio de su tranquilo pueblo
Iglesia de la Magdalena construcción de los siglos XVI al XVIII
Desde otro ángulo, en el que se puede apreciar que sus dos espadañas están vacías
En lo más alto del valle del río Jubera, encima de un barranco, que está situado el la ladera del monte Atalaya de donde fluyen las fuentes que crean el río.
Antes de pertenecer a Munilla, esta aldea perteneció a La Santa, todas estas poblaciones quedaron despobladas en el siglo XX
Calle principal del pueblo
La señora María invitándome a traspasar el umbral de su casa
Entrada a un corral
Pueblo de gentes abiertas que abren sus puertas al visitante
Hasta vinieron a despedirnos y a cerciorarse de que nos íbamos y les dejábamos tranquilas. Aunque por poco tiempo, por el camino nos cruzamos con un grupo de gente que acudían caminando al pueblo
Pude disfrutar de esta maravillosas vistas de La Monjía, desde el camino que nos llevaba a Santa Marina. En ella se puede apreciar que la iglesia se encontraba separada del pueblo, en una zona más alta.
Desde el mismo camino también fotografié el pueblo de Santa Marina, el "habitado más alto" de La Rioja. Y con ella ya dimos por finalizado el recorrido de ese día. Pero sabiendo que en unos días teníamos que volver.
que recuerdos de esos pueblitos buenos con las vacas pasando por en medio.
ResponderEliminarYo he disfrutado mucho recorriéndolos
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