Realmente no sé cómo catalogar el pueblo de San Martín de Jubera, en la lista que tengo de los pueblos riojanos no consta, ni tampoco en la de los despoblados.
A pesar de que el día que allí estuvimos el pueblo estaba vacío, sí que vimos que se estaba realizando obras en una de sus calles, y también, que algunas de sus casas se habían restaurado.
Eso me hizo pensar que este pueblo que fue abandonado en los años 60, en la actualidad está volviendo a resurgir del abandono.
A pesar de que el día que allí estuvimos el pueblo estaba vacío, sí que vimos que se estaba realizando obras en una de sus calles, y también, que algunas de sus casas se habían restaurado.
Eso me hizo pensar que este pueblo que fue abandonado en los años 60, en la actualidad está volviendo a resurgir del abandono.
Calle principal y única calle que en el que las casas llevan un orden
Las demás se encuentran diseminadas
Iglesia del pueblo
Peculiar puerta para una iglesia
Una de las casas restauradas
Bodega
San Martín pertenece al municipio de Santa Engracia de Jubera, y dista de ella unos 5 kilómetros, y 35 de Logroño
Un anónimo me ha hecho el siguiente comentario sobre este peculiar pueblo, y como me ha parecido muy bonito os lo incluyo.
San Martin de Jubera es un hermoso pueblo al cual antiguamente se llegaba solamente a pie, por un sendero añoso que franquea el enraizado de los cerros empinados, huella que comenzaba curvas más abajo del ya no tan nuevo camino para coches construido a fines de 1980 o a principios de 1990, no recuerdo... Bueno, el senderillo del cual comento comienza sin alarde desde una de las curvas del camino principal asfaltado. En un principio va jugando sobre lomajes y de pronto se aventaja prescindiendo de un antiguo puente de piedra a un costado del riachuelo, como que quisiera ocultar un secreto a los ojos de las rutas que llevan a Santa Engracia de Jubera. Luego se cobija a la sombra del gran “Peña Muro”, poco a poco se interna entre las faldas de rocosos montes perfumados de romero silvestre y otras hierbas y flores de estación, hasta que finalmente consigue presentarse en una pequeña arboleda situada a los pies del caserío que se asoma sobrio desde lo alto. El río le susurra tímidamente a los árboles poemas remotos, donde duerme un charco que incluso en las épocas más secas espera por tan solo un beso, como en su viejo tiempo de primitiva vitalidad, ahí siempre cantará el agua trovadora al caminante, a la hierba, al árbol y a la montaña, al pasado y al presente…
Subiendo desde el remanso el trazo aborda al pueblo que aún mantiene su investidura tradicional. Hoy en día es un lugar donde los vientos escurridizos acarician las piedras que hospedan inmemoriales historias, esas piedras son portadoras del secreto de San Martín… …Parte de mi espíritu siempre vivirá en sus pequeñas callejuelas….
Subiendo desde el remanso el trazo aborda al pueblo que aún mantiene su investidura tradicional. Hoy en día es un lugar donde los vientos escurridizos acarician las piedras que hospedan inmemoriales historias, esas piedras son portadoras del secreto de San Martín… …Parte de mi espíritu siempre vivirá en sus pequeñas callejuelas….
Hay que llamarle deshabitado. Todos los pueblos que no tengan población permanente entran en esta categoría, lo que no se le puede llamar es pueblo abandonado.
ResponderEliminarNo me acordaba que te faltaba este pueblo. Lo he conocido de las dos maneras, hace unos cuantos años sin nada de vida apenas y actualmente con más vida en el arreglo de edificios y calles, tal como lo has visto tu ahora.
Conserva mucho tipismo todavía.
Saludos.
Pues todavía me queda San Bartolomé, otro de esa zona que también está despoblado, pero rehabitliado
EliminarHola la foto de la casa blanca es mi casa un saludo
ResponderEliminarHola la foto de la casa blanca es mi casa un saludo
ResponderEliminarHola la foto de la casa blanca es mi casa un saludo
ResponderEliminarTe agradecería que añadieras alguna información sobre el pueblo. Un saludo y que la disfrutes
EliminarLa única informacion que puedo aportar es que sus calles desprenden vida paz tranquilidad y alegría y repito por qué la gente me sé queda sorprendida tengo 15 años y en un pueblo donde diariamente solo hay una persona no me aburro. Y mi abuela un día me dijo que mi casa la blanca de la foto se iba a caer y yo no le dije nada me calle y agache la cabeza pero tuve claro en mi cabeza y lo prometí por mi abuelo que nunca ese pueblo se iba a perder ni mi casa se iba a caer y me da pena que pueblos como estos pierdan el espíritu que antes tenían no solo San Martín hay muchos más pueblos
EliminarSan Martin de Jubera es un hermoso pueblo al cual antiguamente se llegaba solamente a pie, por un sendero añoso que franquea el enraizado de los cerros empinados, huella que comenzaba curvas más abajo del ya no tan nuevo camino para coches construido a fines de 1980 o a principios de 1990, no recuerdo... Bueno, el senderillo del cual comento comienza sin alarde desde una de las curvas del camino principal asfaltado. En un principio va jugando sobre lomajes y de pronto se aventaja prescindiendo de un antiguo puente de piedra a un costado del riachuelo, como que quisiera ocultar un secreto a los ojos de las rutas que llevan a Santa Engracia de Jubera. Luego se cobija a la sombra del gran “Peña Muro”, poco a poco se interna entre las faldas de rocosos montes perfumados de romero silvestre y otras hierbas y flores de estación, hasta que finalmente consigue presentarse en una pequeña arboleda situada a los pies del caserío que se asoma sobrio desde lo alto. El río le susurra tímidamente a los árboles poemas remotos, donde duerme un charco que incluso en las épocas más secas espera por tan solo un beso, como en su viejo tiempo de primitiva vitalidad, ahí siempre cantará el agua trovadora al caminante, a la hierba, al árbol y a la montaña, al pasado y al presente…
ResponderEliminarSubiendo desde el remanso el trazo aborda al pueblo que aún mantiene su envestidura tradicional. Hoy en día es un lugar donde los vientos escurridizos acarician las piedras que hospedan inmemoriales historias, esas piedras son portadoras del secreto de San Martin…
…Parte de mi espíritu siempre vivirá en sus pequeñas callejuelas….
Hola buenas yo soy la única joven tengo 15 años y no uso el móvil ni tengo wifi ni ordenador allí ese pueblo siempre está en mi y subo siempre que mi padre puede lo llevo en la sangre y me da realmente pena que se pierda quizá el espíritu que me enseñaron a mi el de vivir sin tantas comodidades sinceramente es un pueblo muy bonito y tranquilo
ResponderEliminarRealmente si que es tranquilo, pensaba que habían restaurado alguna vivienda
EliminarHola buenas yo soy la única joven tengo 15 años y no uso el móvil ni tengo wifi ni ordenador allí ese pueblo siempre está en mi y subo siempre que mi padre puede lo llevo en la sangre y me da realmente pena que se pierda quizá el espíritu que me enseñaron a mi el de vivir sin tantas comodidades sinceramente es un pueblo muy bonito y tranquilo
ResponderEliminar20 de Julio de 2019.
ResponderEliminarAyer visité este pueblo en un paseo desde San Bartolomé. Hoy en día hay mas casas en restauración. Por cierto Paca, San Bartolomé para nada esta deshabitado, al revés tiene varias casas muy bien restauradas y otras en buen proceso. Respecto de San Martín me gustaría comentar que van reparando cosas poco a poco, Por ejemplo nos gustó mucho como han arreglado el camino desde la iglesia hasta el cementerio y el puente sobre el arroyo.
Enhorabuena y ánimo a los amigos de San Martin de Jubera. Sois un ejemplo.
Ya lo sé, de hecho si te das cuenta, podrás ver que lo tengo etiquetado como aldea. Aunque te tengo que decir que cuando yo lo visité, estaba completamente vacío
EliminarGracias por pasarte por el blog y comentar. Saludos
He estado esta tarde y sí que había gente. Es verano, claro. Un entorno realmente encantador.
ResponderEliminarSi, ya me enteré que ahora hay más gente y sobre todo en los meses de verano. Yo hice la entrada en el blog en el 2013, y supongo que desde entonces ha mejorado mucho. Saludos y gracias por comentar
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