Ayer volví a visitar el pueblo riojano de Camprovín, y fue debido a que cuando hice la entrada sobre el pueblo, descubrí que allí había una ermita y unos árboles singulares. Ya sabéis que también estoy interesada en ellos y, que durante el tiempo que he estado haciendo las entradas, me he ido haciendo una lista de los lugares a los que tengo que regresar. Pues ahora que ya he visitado "TODA La Rioja" eso es lo que voy a hacer
Así que hacia Camprovín, que nos dirigimos, y nada más entrar en el pueblo allí que la vi, en lo alto de un cerro, justo enfrente del pueblo. La vez anterior ni me fijé en ella, ya que por aquél entonces mi única obsesión eran las puertas, y los picaportes. De hecho siempre he recordado que en Camprovín fue uno de los primeros lugares en los que descubrí un picaporte muy original, que tenía la forma de culebrita.
Así que hacia Camprovín, que nos dirigimos, y nada más entrar en el pueblo allí que la vi, en lo alto de un cerro, justo enfrente del pueblo. La vez anterior ni me fijé en ella, ya que por aquél entonces mi única obsesión eran las puertas, y los picaportes. De hecho siempre he recordado que en Camprovín fue uno de los primeros lugares en los que descubrí un picaporte muy original, que tenía la forma de culebrita.
En una explanada que hay en la entrada del pueblo aparcamos nuestra moto, y desde allí nos dirigimos caminando hacia la ermita. Esta es la ermita de la Virgen del Tajo, la pena es que al estar pintada de blanco, y con el día tan gris que ayer nos hizo, en la foto no se distingue mucho.
Fue construida en el siglo XII, pero de sus inicios, tan sólo se conserva su cabecera rectangular. En su interior, aunque no lo puede ver, ya que estaba cerrada, se conserva un retablo romanista del siglo XVI.
La víspera de San Juan todos los vecinos acuden a ella en romería, ese día el ayuntamiento obsequia a todos los asistentes a un bollo de pan y vino.
Este camino que iba paralelo al riachuelo Soto, era el que nos indicaron que debíamos de tomar. Pero al llegar a este punto, nos quedamos indecisos, ya que no sabíamos cuál de los dos coger. Decidimos continuar por él, ya que nos pareció que era el camino correcto. Pero no, estábamos equivocados deberíamos de haber cogido el de la derecha.
Cuando llevábamos un buen rato caminando nos dimos cuenta de que por allí no llegaríamos a la ermita, sólo habían campos de viñedos
Pero gracias a la confusión pude ver estas preciosas vistas de Camprovín y los campos del valle del Najerilla
No sólo atravesamos viñedos, si no que también tuvimos que ir campo através, pero también lo agradecí, ya que posiblemente no me hubiese dado cuenta de lo inmensa que es la Encina del Tajo, uno de sus dos árboles singulares. Cuenta la tradición popular, que cuando un vecino se encontraba cortando leña, al ir a darle un tajo en su tronco, oyó una voz que decía. "Tajo, no cortes ni más arriba ni más abajo,o me cortarás un brazo" y, también cuentan que vio a la Virgen María, a la que desde entonces se le venera como la patrona del pueblo.
Encina del Tajo (Quercus ilex)
Moral de Camprovín (Morus nigra)
Este moral no tiene ninguna tradición, pero se cree que su presencia en Camprovín se debe a un hecho cultural, que pueda que tenga algo que ver con el martirio de san Vitores en el año 850 La tradición cuenta que este Santo que nació en Cerezo de Río Tirón, fue decapitado por orden de Abderramán II, y que siguió predicando con su cabeza en la mano, a lo largo del primer Camino de Santiago, y de cada gota de sangre que goteaba, creció un nogal.
Paseando por el pueblo descubrí algunas curiosidades, como esta Tufera
También me llamó la atención esta nueva construcción, por el hecho de que vi que ella se está utilizando adobe, en mi opinión un material ya en desuso. Pero enseguida entendí el por qué del uso de este material. Se trata de una "Vivienda Bioclimática" y de un taller de empleo organizado por el Servicio Riojano de Empleo
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