Otro día más salimos con nuestras bicis y, cuando nos estábamos dirigiendo hacia el embalse de Valbornedo, mi marido va y me dice "vamos a subir aquel monte, el que está detrás de Sotés"
No veáis la cara que a mí se me quedó, le dije: "¡pero tú estás loco, eso está muy lejos!". Su respuesta fue, si no puedes damos media vuelta. Así que refunfuñando le seguí. Él ya había hecho esta ruta, y me dijo que la subida no era muy difícil, pero que la bajada si que tenía algo de dificultad, pero que no me preocupase, pues la haríamos con la bici en la mano.
Por el camino observé que se han hecho mejoras en los caminos. ¡Cómo ha llovido tanto!
Tomando un respiro mientras subíamos la cuesta de esta ruta circular que une Navarrete, Hornos de Moncalvillo y Sotés con las Dehesas de estos dos últimos. Hasta Hornos su trazado es común al de la Ruta 12. pero se desvía al llegar a la Ermita del Cristo, donde comienza el interminable ascenso hasta la cumbre.
Entre robledales y pinares fuimos ascendiendo. No veáis lo bonito y colorido que estaba el monte, todo estaba cubierto de brezo, y como los primeros rayos del sol lo iluminaban, era una maravilla. Justo al llegar a la parte más alta, quedé maravillada, toda la explanada por la que iba el camino estaba llena de brezo. Hice varias fotos pero por desgracia salieron movidas.
Yo le pondría el nombre de "El Paso del Brezo"
¡Y por fin llegué a la cima!
Donde vi estas bonitas vistas de la Sierra Cantabria
Sierra de la Demanda y Moncalvillo
Moncalvillo
La Ruta continua sobre la mojonera entre Sotés y Santa Coloma, hasta enlazar con la Ruta 17 de Valdefuentes.
Inmediatamente comenzó el empinado descenso que me dejó sin aliento. Pensaba que era un tramo de unos metros, pero además de empinado, era interminable.
De haber sabido que era así no lo hubiese iniciado, y me hubiese vuelto por el mismo camino que subí. Pero en este punto ya no tenía ni ganas ni fuerzas para retroceder. El problema era el peso de mi bici, que pesa más de 20 Kilos, y las piedras que habían en el suelo. Hubo un momento en el que me animé, me subí en la bici y no veáis el batacazo que me di.
Tremendo moratón
Y aquí está la consecuencia de la caída
Colmenas
Por fin descendimos la cuesta, que tengo que reconocer que hubo un momento en el que no pude más, y mi marido tuvo que subir y bajarme la bicicleta. Mirar si era difícil, que hasta bajando sola me resbalaba.
Ya en este punto, donde se encuentran estas colmenas, justo a la derecha estaba el camino señalizado que nos llevó al mismo centro de Sotés.
Donde me comí este bocadillo de jamón serrano con aceite de oliva. ¡Lo mejor del recorrido!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios en mi blog