lunes, 27 de septiembre de 2010

MURILLO DE RÍO LEZA - La Rioja

 La primera vez que vine a Logroño fue en septiembre de 1976, el motivo del viaje fue conocer a la familia de mi novio, mis futuros suegros. Son de Aragón, pero han vivido en La Rioja desde antes de que naciese mi marido, al que conocí en Valencia cuando vino a estudiar a La Universidad.
Nunca olvidaré aquél viaje, mi marido por entonces tenía un Vespa de color rojo, y decidimos venir montados en ella. Lo preparamos todo, y teníamos pensado salir al día siguiente por la mañana, pero de repente pensamos que por qué no hacerlo ya, y no tener que esperar hasta el día siguiente. Así que, cogimos todo, bajamos a la calle, nos montamos en la Vespa, y sobre las seis o las siete, de una tarde todavía calurosa del mes de septiembre en Valencia comenzamos nuestro viaje.
Todo iba de maravilla, parábamos a repostar y a estirar un poco las piernas y de vuelta a la carretera. Llegamos a Las Cuestas del Ragudo, donde por cierto, que no se nos apareció la tan famosas rubia, que por aquél entonces todo el mundo comentaba que se aparecía por allí.
 Al finalizar las cuestas, paramos en un bar que siempre estaba abierto las 24 horas y estaba repleto de camioneros, nos tomamos un café con leche bien calentito, unas pastas y, reanudamos nuestro viaje.
Pero aquí es cuando comenzó nuestro suplicio, una densa niebla llenó la carretera y, a parte de que nos impedía ver a dos palmos de nuestras narices, hacía un frío de espanto. Mi marido que por aquél entonces llevaba gafas, se las tuvo que quitar ya que se le empañaban y no le dejaban ver,  íbamos super despacio, pendientes de la raya blanca que marcaba la carretera, por miedo a salirnos de ella y mirando las luces de los coches que nos venían de frente, que a causa de la niebla, parecían que estaban lejos, y de repente los teníamos encima. No había ni un lugar donde parar y cobijarnos ya que por entonces y a esas horas todo estaba cerrado.
Cuando llegamos a Teruel, creo recordar que fuimos a una estación, lo que no tengo claro es si era de tren o de autobús, y allí sentados en un banco y muertos de frío, ya que estábamos calados hasta los huesos, esperamos a que amaneciese y se despejase la niebla.
Cuando se hizo de día retomamos nuestro viaje, sin a penas haber dormido nada, y cansadísimos y yo por lo menos muerta de sueño, aquél viaje se me hizo insoportable y larguísimo, llegamos a Logroño, casi a las 4 de la tarde, de vez en cuando mi marido me iba dando golpes con la mano, ya que notaba por mi peso que me quedaba dormida en su espalda.
Así, que ya podéis imaginaros que aspecto tenía yo cuando mis futuros suegros me conocieron. Los días aquí en La Rioja fueron muy bonitos y lo disfruté mucho.
Mis suegros viven en Logroño, pero cuando mi marido era pequeño estuvieron viviendo en Murillo de Río Leza, y allí tenía grandes amigos y todos los fines de semana solían ir al pueblo a pasarlo con ellos, Francisco, Damiana. Teresa, que su marido era pastor y vivía en la calle de La Rosa, en la misma casa que vivió mi marido. Él siempre me ha contado aventuras de cuando era niño, de la escuela y también de cuando se bañaban en el río.

Iglesia y pueblo
Lo que más recuerdo de todas las veces que solíamos ir a Murillo, ya que hasta que mis suegros y sus amigos se han hecho mayores, pues ahora ya superan todos ellos los 80, siempre que he vuelto a venir a La Rioja, visitábamos Murillo. recuerdo la comilonas que nos hacían en la bodega, ¡Que ranchos más deliciosos! con su conejo, caracoles, patatas y por supuesto el vino de La Rioja. Y las deliciosas chuletadas asadas con sarmientos.





La iglesia parroquial de San Esteban Protomartir, de los Siglos XVI y XVII, construida en piedra sillar fue nombrada Monumento Nacional en 1979. Dicha iglesia, destaca por sus propiedades descomunales. 

Portada



Una de las viviendas del centro del pueblo de Murillo de Río Leza. Dicho pueblo, pertenece a la comarca de Logroño, se encuentra tan solo a 14 Km de ella. Está situado en La Rioja Baja, en las confluencias del Leza, que es un afluente del Ebro y del Jubera.



Portada del Siglo XVIII



Arcos
El pueblo está dividido en tres partes. La Villa, el centro y Las Eras. Al otro lado del río, existe el barrio de Los Tomares o Las Bodegas.
Y para terminar, lo único que me queda decir de aquél mi primer viaje a La Rioja, es que cuando llegó el día que teníamos que regresar a Valencia y, por supuesto la idea era salir temprano por la mañana para hacer todo el viaje de día.
 Recuerdo que era un domingo, nos levantamos, preparamos todo, nos despedimos de todos y al bajar a la calle, nos llevamos la gran sorpresa, de que nos habían robado la Vespa ¡Que desilusión! todos los días aparcada en la puerta y salimos y ya no estaba.
Corriendo fuimos a la estación del tren a comprar billetes, pero no les quedaba, lo que si que nos vendían eran dos desde Zaragoza a Valencia. Así, que mis suegros nos tuvieron que llevar con el coche, hasta Zaragoza y ya desde allí nos fuimos en tren.
Por eso nunca olvido mi primer viaje a La Rioja, pero a pesar de todo he seguido viniendo, y de hecho ahora resido en esta bonita, tranquila y además una de las regiones de España con menos contaminación. "La Rioja".

Balcón florido



Verdes son sus marcos, verde la persiana y verdes son las hojas que cuelgan de las macetas.




En las céntricas calles del pueblo riojano de Murillo de Río Leza, que es la parte de acceso desde el norte a los valles que en su lugar se unen, el del Leza con toda la comarca del Camero Viejo y el del Jubera y su parte más alta Las Alpujarras.


Protegida por los arcos, en una de sus calles más concurridas.



Una de las puertas de su impresionante iglesia



Entre el sol y la sombra, lo que posiblemente antes sirvió para el cobijo del ganado.



Esta puerta enmarcada con colores, se encuentra en Murillo, pueblo que en 1083, Estefanía de Pamplona dejó a su hijo.



En el siglo XIV Murillo de Río Leza, perteneció a los señores de Cameros

Vivienda

Decorativa cerradura, con un remache de hoy en día.

Al verla me incitó mirar a través de ella



Esta puerta debió de pertenecer al proletariado

Oxidada 



Las hay redondas



También las hay alargadas, todas ellas poseen una importante utilidad para el uso de la puerta



Sagrado Corazón, oxidado y envejecido por el paso del tiempo. Al verlo recordé la casa de unos amigos que tenía en mi pueblo, Manises. Tenían una imagen del Sagrado Corazón, pegada en el interior de la puerta de su casa, y cada vez que salían se santiguaban y la besaban. Así, que cada vez que yo iba a su casa, les imitaba y también lo hacía.


Detalle decorativo 








Por aquél entonces ya se empezaba a reciclar




Un buen remiendo




sábado, 25 de septiembre de 2010

EN LA CIUDAD DE LOGROÑO - La Rioja

ENREJADO
En la antigüedad debido a su situación Logroño, sirvió de ciudad puente, y por eso Castilla, Aragón y Navarra tenían mucho interés por su control.


Cristaleras enmarcadas de verde. Muchos de los edificios del centro de Logroño están siendo restaurados, dejándonos ver su belleza.



Un lugar de descanso para el peregrino


Ropa tendida 


jueves, 23 de septiembre de 2010

FIESTAS DE SAN MATEO - LOGROÑO




 Atravesando el arco, el peregrino le dice adiós a las calles cortas y estrechas del casco antiguo de Logroño. Paso obligado para el peregrino que al pasar a través de él, inicia una nueva etapa del Camino de Santiago.


El Puente de Hierro que atraviesa el caudaloso río Ebro a su paso por Logroño.



 Museo de las Ciencias, reflejado en las aguas del Ebro, dicho museo está situado al otro lado del río, entre el puente de piedra y el puente de hierro.
Logroño, se encuentra en la orilla derecha del  río Ebro, cuyas aguas van regando las huertas y campos de La Rioja.


 Fuente de Santiago, lugar en donde los peregrinos después de un largo camino sacian su sed.
 

En la Plaza del Mercado.

Arcos, que miran a la catedral.


Una de las torres gemelas de la catedral de Santa María de la Redonda XV- XVII



Como todos los años por estas fechas, Logroño, celebra su fiesta, SAN MATEO. El inicio de la vendimia, gran parte de esta fiesta está relacionada con el vino, uno de sus principales recursos económicos de esta región.
Aquí se puede ver esta céntrica fuente, donde por estos días el agua blanca y cristalina, cambia su color, por el rojo intenso del vino.
Al fondo está la Gran Vía del Rey Juan Carlos I, sede de las principales entidades financieras, y una de las calles más concurridas.



Portada de la iglesia de San Bartolomé S. XIV  decorada con esculturas en las jambas y en el tímpano.


Santa María de Palacio

miércoles, 22 de septiembre de 2010

DE TIENDAS POR LOGROÑO



Un recuerdo de La Rioja


Librería


Zapatero remendón 


En la Plaza del Mercado

Farmacia

Una visita al mercado

La Villa de Madrid

El centro urbano de Logroño, está formado de calles cortas y estrechas, todas ellas entorno a la calle Portales y Sagasta, en donde se encuentra La Villa de Madrid. (Por desgracia, actualmente ya está cerrada).

Paseando entre estas calles que son las activas arterias comerciales de Logroño, además de ver algún que otro monumento y tomar unos vinitos. También  puedes encontrarte con todos estos escaparates,  donde se puede comprar de todo. Reparar el calzado, comprar en una de las farmacias, que tiene una de las más grandes colecciones de botes de farmacia,  y no sólo eso, si entras en el mercado,  además puedes  llevarte a casa los mejores y frescos productos del campo.

jueves, 2 de septiembre de 2010

TORRECILLA EN CAMEROS - La Rioja

Torrecilla en Cameros
Situado a orillas del río Iregua se encuentra TORRECILLA EN CAMEROS, uno de los pueblos que suelo visitar mucho, y en el que me gusta pasear por sus calles y beber de sus fuentes.


Una de las fuentes que se encuentra en el pueblo de Torrecilla, tan apreciada por la calidad de sus aguas y que hace que mucha gente de fuera vaya a por ella.


El pasado invierno, en una de mis visitas a Torrecilla, descubrí este mural en una de las paredes de una de las viviendas del pueblo, lo que no supe en ese momento era que dicho mural se había realizado con la iniciativa que nació ese mismo año del Ayuntamiento y de la de los dos artistas que lo realizaron, Carlos Corres y Carlos López directores artísticos de la fundación Beatriz Arbeló pintora de origen riojano proveniente del pueblo de Torrecilla en Cameros.
Esta iniciativa pretende "llevar a la calle una galería" el pasado mes de Agosto se inauguró otro mural, realizado por  los mismos artista, según ellos también han participado los vecinos, sugiriendo y haciendo propuestas. Con esto se pretende convertir a Torrecilla en una colección de arte en la calle y con esta idea promover el turismo al pueblo, ya que se pretende continuar con esta iniciativa en otras fachadas y rincones de pueblo.
En mi próxima visita a Torrecilla, lo fotografiaré y os lo mostraré.


El río Iregua que divide el pueblo en dos, en su margen derecha se encuentra el barrio Barruelo, el resto del pueblo se encuentra en la margen izquierda, y se le denomina pueblo.
 Rincón del pueblo


Calle del pueblo

Iglesia de San Martín, del siglo XVI