Desde que vivo aquí en La Rioja, varias han sido las veces que escuchaba que la vides lloran, yo lo relacionaba con esas gotas de savia que suelo ver en mis árboles frutales.
Pero después de leer el libro de Alaitz Leceaga "Las Hijas de la Tierra" he descubierto que no tiene nada que ver con estas gotas de savia.
En las vides es muy distinto, realmente se ven como gotas de agua que caen a través de los sarmientos, como si la vid estuviese llorando.
El motivo es porque la vid llora por la herida de la poda que se le hace en invierno, y al comienzo de la primavera, cuando la vid se despierta, bombea la savia.
Gracias al calor del sol la savia es más líquida y recorre la planta por dentro, y cuando llega a uno de los cortes de la poda, es cuando "llora" a través del corte, goteando y formando lágrimas, Alaitz en el libro dice, que son lágrimas de tristeza, que se transforman en lágrimas de alegría, ya que eso da a entender que la vida regresa y habrá cosecha.
Lágrima
Aunque este año todo estos cambios se están adelantando mucho, pues estamos teniendo un invierno más caluroso de lo normal y los agricultores no están muy contentos de que esto suceda tan pronto, ya que todavía nos quedan como tres semanas para que llegue la primavera y si nacen nuevos brotes y luego hiela, pues será fatal para el viñedo.
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