La primera vez que vi rosales plantados delante de unos viñedos me dije: "que buena idea ha tenido el propietario de este viñedo". En ese momento pensé que lo había hecho para decorar la viña, pero más tarde me enteré que el motivo no es decorativo, sino preventivo.
Las vides son muy sensibles al ataque de un hongo que provoca la enfermedad llamada "oidio". Este hongo también ataca a los rosales, yo lo sé por experiencia, ya que los míos suelen cogerlo bastante a menudo, y también las hojas de las hortensias, que hay años que se ponen bien feas, todas ellas cubiertas con manchas.
Pues como os decía, como las hojas de los rosales son más sensibles a este hongo, pues si el propietario del viñedo ve que se están poniendo enfermas, inmediatamente atacan el viñedo con productos para tratar las vides y así consiguen adelantarse a la enfermedad.
Uno de los productos que se utiliza para evitar la enfermedad es el azufre, y fueron los monjes cistercienses de la Borgoña francesa, cuando en el año 1851, implantaron esta costumbre, cuando entró en Europa el hongo Oidium tuckeri, procedente de Inglaterra.
Aquí en Navarrete no hay mucha costumbre en plantar rosales, tan solo he visto este viñedo que hace un par de años vi cómo limpiaron el terreno, plantaron las cepas, y delante de ellos estos rosales que ya están creciendo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios en mi blog