lunes, 11 de febrero de 2019

VEN A CONOCER EL RETABLO DE NAVARRETE - La Rioja

Altar Mayor 
Estos días estoy asistiendo a un curso de historia, que mayormente habla sobre la historia de Navarrete, y su relación con la historia universal 


Y como es lógico, una de las clases fue sobre el precioso altar mayor de la iglesia de la Asunción, barroco de finales del S. XVII.
Obra del arquitecto cántabro Fernando de la Peña, conocido por sus trabajos en el retablo mayor de La Bastida en Álava. 
Nos comentaron, que una vez finalizado el altar, percibieron que la arquitectura del retablo quedaba bastante separada del testero de la iglesia. Por ello se decidió construir un reliquiario en templete, que hoy en día es el bien merecido trono para la querida imagen de Nuestra Señora del Sagrario, fue realizado por José de San Juan y Martín. con la obligación de acabar los trabajos para la festividad de la Asunción de 1715



El retablo consta de cinco calles separadas por columnas salomónicas y estípites a cada lado del sagrario. Francisco de Peralta, colaboró en la construcción de las imágenes en relieve 



 Fernando de la Peña predijo que este retablo sería "obra de mucho rumbo y consecuencia; tanto que en ambas Castillas me parece no habrá otra que en la valentía y todo de ella se la pueda igualar".
Para que le ayudase, Fernando de la Peña eligió al escultor Andrés de Monasterio, paisano y natural de Güemes.

Columnas salomónicas 

Parte del dinero que se consiguió para la construcción de este altar fue debido a un acontecimiento inesperado " Un ilustre hijo del Navarrete, don Manuel José de Bernabeitia y Coloma, había embarcado en México rumbo a España. Durante la travesía un temporal amenazó con hacer naufragar la embarcación. Fueron 10 días muy angustiosos, pero después de encomendarse a la Virgen del Sagrario, la tempestad se calmó. Y, como agradecimiento a la Virgen, el señor de Bernabeitia ofreció 2000 pesos "para que los emplearan en aquello que fuese de más utilidad a la Virgen". Más adelante, viendo que esa cantidad no era suficiente, decidió correr con todos los gastos 


Cómo nos llamó mucho la atención este sagrario con relieves en su puerta, nos lo abrieron para que lo pudiésemos ver por dentro







También fotografié algunas de las vidrieras, aunque después me enteré de que no son las originales. Las inclemencias del clima, y alguno que otro joven del pueblo se encargaron de romperlas.

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