Cuando estuve en Rincón de Olivedo, peculiar pueblo de antiguos mineros, quedé asombrada de la cantidad de aviones que habitaban en las cornisas de sus viviendas. Infinidad de nidos habían construidos, y a pesar de que algunos de ellos estaban rotos, ellas seguían anidándolos.
No sé por qué, pero siempre había pensado que las golondrinas nunca pisaban el suelo, (qué ingenuos somos cuando vivimos en las grandes ciudades) Pensaba que volaban sin parar cómo lo hacen los Vencejos. Qué equivocada que estaba, ya que ellas hacen sus nidos con barro. ¿Y dónde se encuentra el barro?
La primera vez que las vi fue cuando vine a vivir a Navarrete, una tarde estando paseando a mi perro vi a un montón de ellas cogiendo barro de los restos que los albañiles habían dejado en una obra.
Este gato se encontraba sentado tomando el sol en el borde de este viejo muro, y al verme enseguida se alertó.
Pero cómo no le hice nada, volvió a tumbarse a la bartola
No sólo habían infinidad de estas aves en Rincón, también vi muchos gorriones
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