Hay quien durante estas fiestas recibe regalos tangibles. Pues yo, el día de Navidad, recibí uno que no lo pude tocar, ni degustar, pero me emocionó tanto, que hizo qué se me pusiese la carne de gallina. Se trataba de un mensaje que había en mi blog. Y es el siguiente:
Hola! escribo desde Córdoba, Argentina y mi apellido es Reynares. En mayo de este año estuvimos en España, tratando de rastrear los orígenes de los antepasados dimos con tu blog que nos ayudó a llegar a la Villa Reinares. Creo que hicimos el mismo camino ya que detuvimos el auto en donde la ruta se bifurca entre El Collado y Santa Marina desde allí caminamos unos 2000 mts. hasta la villa. Fue una experiencia hermosa! caminamos unos 20 min. oyendo solo el trinar de los pájaros... y el puente medieval se lleva los laureles!!
Gracias!!!
Qué bonito :-)
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