Labraza es un pueblo medieval muy bonito de la Rioja Alavesa, del que ya os hablé. Ahora os voy a contar lo que esta gata nos hizo.
Desde que llegamos al pueblo, no nos quitó ojo, estuvo observando todo lo que hacíamos, y nos acompañó durante todo nuestro recorrido.
Después de haber fotografiado su iglesia, y haber recorrido sus tres calles principales me puse a fotografiar esta calle. En un principio tuve la intención de descender por ella, pero inmediatamente cambié de idea y me dí la vuelta.
Entonces ella, cortándome el paso, se plantó delante de mí y comenzó a maullar y me animó a que le siguiese.
Si no le seguía se paraba y me volvía a maullar, así que decidí seguirla.
Hasta que llegamos a este punto, en donde se subió a este muro y allí se quedó. La verdad es que me dejó sorprendida, ya que fue muy insistente.
Sabéis qué pensé, pues que como en Labraza suelen acudir muchos turistas para conocer este peculiar pueblo, y ella suele ver a los guías que van enseñando el pueblo, pues que también quiso hacer de guía para mi, y enseñarme su rincón favorito.
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