miércoles, 10 de octubre de 2018

PEDALEANDO POR LA RIOJA


El último día cogimos las bicis y nos fuimos hacia la Dehesa de Navarrete, al llegar a este punto ya no sabía si estábamos en la ruta 10, la 9 o la 4, así que dejé de mirarlo, y sólo me preocupé de seguir la rueda de mi marido. 


En el municipio de Fuenmayor han sido listos y han cogido todo el desecho de cuando arreglaron la autovía, por lo menos así han igualado los caminos, y hay menos agujeros, pero se tiene que circular con cuidado ya que no está bien chafado, o como se diga, y si circulas rápido las ruedas patinan.   

Todo iba bien, hasta este punto que va paralelo a la autopista,  dirección Cenicero 


Pero de repente el camino asfaltado terminó, o no supimos coger el correcto y nos topamos con este camino, por el que alguien había pasado el tractor de labranza. ¡No veáis lo que me costó subir!, más que todo porque las ruedas se me metían por los surcos. ¿A quién se le ocurre labrar un camino?. Yo creo que hay gente que lo hace adrede, para fastidiar a los ciclistas, pues no es la primera vez que lo vemos. 

Agotada y exhausta, llegué a divisar Cenicero

Pedaleando por Cenicero nos dirigimos a por nuestro bien merecido premio

Estos ricos bocatas, uno de jamón serrano y otro de lomo beicón y queso

Que acompañamos con pistachos y unos vasos de mosto

Y una vez los terminamos, nos pusimos nuestros cascos y salimos de Cenicero, dirección Fuenmayor, por un camino que va  paralelo a la vía del tren. Ese día, nuestros cuenta kilómetros nos dijeron que habíamos hecho 57 K.  ¡Con razón al día siguiente estaba tan cansada! 

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