martes, 24 de octubre de 2023

NEGRITO - Gatos Callejeros

En la colonia también tuvimos tres gatitos negros, realmente no sé si nacieron allí, o es que alguien los dejó, pero el caso es que de repente por allí correteaban, eran los más pequeños de la colonia. Aquí se ven dos, una hembrita y un macho, al otro nunca lo pudimos coger, pero si que vimos que tenía algún problema, ya que le veíamos como un bultito en el trasero, pero cada vez que nos acercábamos se metía en un hueco que no era accesible para nosotras. De haberlo podido coger, seguro que seguiría en la colonia, pues lo hubiésemos llevado al veterinario. 
Estos dos si que se dejaban coger, y les pudimos curar, un día me los traje a casa los desparasité por dentro y por fuera, les pude limpiar los ojos con antibiótico y llevarles un control. 

Negrita
Esta era Negrita, la más pequeña de los tres, y hablo en pasado, porque justo en el momento en el que le hice esta foto fue la última vez que la vi. Eso fue el viernes 1 de septiembre, ese día comió bien, le limpié los ojitos, y justo cuando me marchaba le puse una piedra para que pudiese beber mejor, y tranquilita allí la dejé.  

Negrito
El día siguiente tuvimos una tormenta muy fuerte, con lluvias torrenciales, (llovió muchísimo), de hecho no hacía más que pensar en los gatitos pequeños. A la mañana siguiente cuando fui, ya me extrañó ver solo a Negrito, que era el más espabilado de los tres. Lo malo es, como ya he comentado, que ellos se metían en un sitio al que nosotras no podemos acceder, y no hemos podido saber qué les sucedió. A veces para consolarme, pienso que igual alguien pasó por allí, los vio y se los llevó a su casa, y están bien cuidados.

Eso es lo que le pasó a Negrito 
Mi función en la colonia es la de cuidar a los más pequeños, ya comenté que la gran mayoría de todos los gatitos de la última camada han tenido conjuntivitis e infecciones en los ojos. Pues yo me dedico a limpiarle los ojitos y ponerles gotas de antibiótico, cosa que me ha sido muy difícil, ya que no todos se dejan coger. Pero como soy muy tenaz, allí que estoy todos los días con mis latitas ganándome su confianza. Por suerte con Negrito no tuve problemas y lo podía coger.
El día 12 de septiembre, como todas las mañanas me acerqué a la colonia, y quedé horrorizada al ver cómo tenía Negrito los ojos, no podía ni abrirlos, tenía tanta pus que hasta me manchó los pantalones. No entendía cómo podía salir tanta pus de los ojitos de un gatito tan pequeño, y sin pensarlo dos veces lo metí en una bolsa de plástico y me fui corriendo a mi casa, dejando allí a todos los demás, que me miraban como diciendo, "¿y nuestras golosinas?". 

Tan solo tres días después así de guapo que estaba

Lo tuve en casa todas una semana

Y la verdad es que me daba mucha pena tener que devolverlo a la colonia

Pero afortunadamente le encontramos una casa y no tuvo que volver a la calle, está muy bien cuidado, sabemos de él, ya que nos mandan vídeos, y lo vemos muy feliz. Por cierto, le han cambiado el nombre y ahora le llaman Duque. 

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